La Guerra greco-turca, también conocida como la guerra de 30 días en Turquía o la guerra de los 97 negros en Grecia, fue una guerra librada en 1897 entre el Reino de Grecia y el Imperio Otomano. La causa de la guerra se encuentra en el estado de la isla de Creta (donde la tercera revuelta había estallado en treinta años), una provincia del Imperio otomano en la que, sin embargo, durante mucho tiempo la mayoría griega de la población buscó la unión con la Madre Patria Helénica. Dada la desproporción de fuerzas y armamentos en beneficio del Imperio turco, en apoyo de Grecia intervinieron numerosos voluntarios de otras naciones, incluida Italia, de la que provenía el garibaldi dirigido por Ricciotti Garibaldi. Entre los episodios de guerra, la decisiva Batalla de Domokos (16-17 de Mayo) siguió siendo famosa, también por el gran número de bajas italianas, entre las que destaca el diputado Antonio Fratti. La guerra, que comenzó el 25 de enero de 1897 con la expedición Helénica a Creta y luego se extendió a toda Grecia, terminó en los campos de batalla con el alto el fuego del 20 de mayo y terminó formalmente el 10 de septiembre con la firma del Tratado de paz. A pesar de la derrota pesada y más que predecible de Grecia, sin embargo, gracias a la intervención de las grandes potencias, el conflicto llevó al nacimiento de un estado autónomo de Creta, aunque todavía formalmente dentro del Imperio Turco.