Filosofía de la música moderna (título original: Philosophie der neuen Musik) es un ensayo de 1949 escrito por el filósofo alemán Theodor Adorno. Como musicólogo, Adorno fue una de las personalidades más importantes e influyentes de la estética del siglo XX. Su breve experiencia como compositor (había sido discípulo, entre otros, de Alban Berg) se debió a la particular atención que tenía por este campo artístico. En el trabajo, las líneas de fondo del musical Twentieth Century están representadas por dos figuras opuestas, Schönberg y Strawinsky. Su poética, profundamente inmersa en la dialéctica histórica, refleja las ansiedades, los miedos, las contradicciones y la violencia de la época. A través de la música, los dos compositores revelan de diversas maneras la crisis del individuo, oprimido por formas de dominación que hacen vano cualquier aspiración a la libertad.
El libro consta de dos ensayos: "Schönberg y progreso" , que se remonta a 1941, y "Strawinsky y la restauración" . Las tesis apoyadas aquí son una continuación de la reflexión abierta por el filósofo de Frankfurt en su dialéctica de la Ilustración : a partir de un análisis formal del lenguaje musical, Adorno lo reduce a una pura manifestación de las tendencias sociales. Por un lado, la fila de doce tonos de la música representa la pendiente del antagonista y progresiva en comparación con la realidad actual; "refleja la imagen de la represión, pero no valida la ideología" por el otro, el neoclasicismo de Strawinsky es un "retorno positivo de lo que se ha ido a la ruina" : al renunciar a una forma moderna, sacrifica su propia sistema social La suposición sociológica es que, en una civilización dominada por la división del trabajo, la música ha perdido su autonomía. Para Adorno, cada compositor debe elegir entre una actitud ideológicamente progresista y regresiva; esta elección determina su actitud hacia el lenguaje musical. Los polos opuestos de esta dialéctica están representados, en el ensayo, por Schönberg y Strawinsky.